Debatir acerca del tema del aborto casi siempre implica entrar en el territorio de una polémica en la que se enfrentan dos posturas que parecieran irreconciliables: por un lado, tenemos aquella que se define a partir de un análisis jurídico, científico y social que busca la despenalización defendiendo que las mujeres gestantes poseen un cuerpo sujeto a derechos y la capacidad de elegir sobre él; y por otro, tenemos la opinión que defienden los frentes más dogmáticos y religiosos que pretenden seguir criminalizando a las mujeres que toman la decisión de abortar, aludiendo a razones moralistas y éticas. En múltiples ocasiones, enfrentando esta última postura, hemos puntualizado que, el tema principal del debate en los congresos no debería limitarse a la postura dicotómica y hasta simplista de que “el aborto sea bueno o malo”, puesto que “el debate sobre su moralidad e inmoralidad debe limitarse a las conciencias individuales”. Lo que debe discutirse realmente es si debe ser penalizado

En 1985 las Naciones Unidas designan cada primer lunes de octubre como el Día Mundial del Hábitat con la finalidad de reflexionar sobre las ciudades y el derecho a una vivienda digna; sin embargo, en 1996 la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) decidió que este día debía coincidir con el Día Mundial del Arquitecto. Muchos países han decidido mantener esta fecha para celebrarlo y algunos otros han designado otra fecha de acuerdo con sus costumbres o situaciones locales, tal es el caso de México en donde el presidente Vicente Fox instituyó a partir del 2004 que cada 1º de octubre se celebre el Día Nacional del Arquitecto. Celebrar el día de los profesionales de la arquitectura es necesario para entender la importancia de las condiciones de los espacios que habitamos y que estos son modificados para cubrir las necesidades humanas, y más importante aún, para reflexionar sobre qué tan adecuada o inadecuadamente los hemos modificado. En México existen varios arquitectos dest