Desde 1974 se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente con el fin de hacer conciencia sobre la responsabilidad que tenemos para conservar y mejorar el medio ambiente.
Cada año, la Organización de las Naciones Unidas elige un tema en particular para destacar esfuerzos a impulsar. En este 2019 se trata de la contaminación del aire, y el mensaje del Secretario General de la ONU António Guterres, es muy claro: “gravar la contaminación, dejar de subvencionar los combustibles fósiles y dejar de construir nuevas centrales de carbón”.
La contaminación atmosférica tiene distintas causas, entre las principales están la industria, el transporte, la agricultura y el manejo de residuos y desperdicios. De acuerdo al Banco Mundial, el sector transporte representa casi un cuarto de las emisiones de dióxido de carbono y está relacionado con muertes prematuras debido a dichas emisiones en todo el mundo.
Para promover acuerdos y objetivos que promuevan una transformación de hábitats más seguros, resilientes y sostenibles, la ONU ha desarrollado la Agenda 2030 que enmarca 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. El objetivo 11 trata sobre “Ciudades y Comunidades Sostenibles” y contiene varias metas, una de ellas enfocada a la movilidad y transporte sostenible:
“11.2 Proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, mediante la ampliación de transporte público.”
Esto quiere decir que los gobiernos que han firmado dicha Agenda, están comprometidos a trabajar y brindar transporte público de calidad que brinde a la población la posibilidad de transportarse de manera colectiva y eficazmente para reducir el uso del automóvil particular. También implica que los gobiernos firmantes promuevan sistemas de transporte no motorizados como lo es la movilidad peatonal y ciclista.
Todas las personas somo peatones, sin embargo, la movilidad peatonal requiere muchas mejoras, entre las más importantes el integrar la accesibilidad universal; esto conlleva el contar con la infraestructura adecuada para que las personas con discapacidad puedan ejercer su derecho a moverse de manera independiente, por ejemplo contar con banquetas libres de obstáculos y con tiras podotáctiles, cruces a nivel de calle que incluyan elementos sonoros y en sistema braille para que transitar y cruzar la calle no sea imposible para nadie.
Por su parte, para que las personas se animen a trasladarse en bicicleta y dejar de hacerlo en auto particular, es necesario que existan condiciones de seguridad, confort y conectividad, entre otras, que actualmente no existen en la mayoría de las ciudades. Las calles con carriles exclusivos para ciclistas y con tránsito calmado se vuelven imprescindibles para sentir seguridad; calles con vegetación que genere sombras son indispensables para aminorar las condiciones de climas muy calurosos; estacionamientos públicos para bicicletas o un transporte público que permita el ingreso/traslado de las mismas es importante para conectar zonas más alejadas de la ciudad y poder pedalear solo algunos tramos.
Caminar y pedalear son modos activos de transporte que contribuyen a reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono además de mejorar las condiciones físicas y emocionales de la población; el gobierno de México ha implementado la Agenda 2030 pero la meta 11.2 no se ha desarrollado en la mayoría de las entidades. Podemos de manera individual intentar trasladarnos de manera sostenible, pero sin las acciones del gobierno resulta más complejo el lograrlo de manera segura y accesible o que más personas reduzcan el uso del automóvil privado. Nos toca a toda la ciudadanía exigir al gobierno estas transformaciones que impulsen el transporte masivo y la desmotorización para contar con ciudades menos contaminadas.
Por Anahí Yopihua
Fotos: Pedalea Veracruz
Comentarios
Publicar un comentario