La estatua de Julieta (Statua di Giulietta), figura de bronce hecha por Nereo Costantini en 1969 (la original), que está situada en lo que se presume fue la casa de los Capuleti en Verona, Italia, no es más que una atracción fabricada pensada para atraer turistas, en particular, parejas y jóvenes que anhelan una dosis de romanticismo.
Aunque no hay nada que demuestre que Romeo y Julieta en verdad existieron (Sólo familias con apellidos similares sin relación alguna a la obra shakesperiana), la devoción que se le da a éstos personajes es verdaderamente increíble, al grado de crear verdaderas historias y supersticiones. A la estatua de Julieta se le acostumbra frotar un seno para "la buena suerte" en el amor y/o poder regresar a Verona, a su vez, las paredes que rodean el patio de la casa están llenas de mensajitos de amor y candados en forma de corazón para asegurar el amor eterno. Si consideramos que la historia tiene uno de los finales más trágicos para una pareja, nos es imposible no cuestionarnos por qué se le ha considerado la máxima representación del romance a través de los años.
Julieta no debió morir. Nadie debe morir por amor. Sacudámonos el nocivo amor romántico que nos han inculcado por décadas. Si Julieta hubiera sido un personaje escrito por una mujer, tal vez algo o mucho hubiera sido diferente. Tal vez si Julieta existiera y viviera en esta época, sería feminista y no se enamoraría tontamente, ni mucho menos se quitaría la vida por una razón que NO es romántica, sino ilusoria. ¡Dejen de frotarle el seno a la estatua! Julieta con pañuelo verde reivindica su imagen: "Mi cuerpo no se toca, mi cuerpo: mis reglas" y sobre todo: "Abajo el amor romántico".
Statua di Giulietta ubicación:
Via Cappello, 23, 37121
Verona, Province of Verona, Italia
(https://maps.app.goo.gl/XqgtBbr1Y2iWtmcm6)
Texto y fotos: rkhg
#EjercicioReivindicativoColmena
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