Hoy es día de las madres en México, seguimos en cuarentena y desde abril la rutina de millones de mujeres ha cambiado. Algunas aún trabajando, algunas logrando quedarse en casa, algunas viendo solo para sí mismas, otras maternando.
Hay muchas historias qué contar a raíz de la pandemia, hoy decidimos darle voz al testimonio de Alejandra Ferrao, integrante de Colectiva Colmena Verde y que hace pocos días le tocó ser madre por segunda ocasión. ¿Cómo fue estar embarazada en medio de una crisis mundial? ¿Cómo es dar a luz en estas riesgosas circunstancias? Ale nos cuenta la experiencia personal que vivió desde que tomó la decisión de que el suyo, fuera un parto humanizado. Con sus propias palabras:
Mi
embarazo fue padre, muy tranquilo, muy bonito, el único contratiempo
que tuve fue que me diagnosticaron con diabetes gestacional, eso
significó no gran cosa, pero sí gran cosa, porque fue cuidar mi
alimentación y medicarme para controlar la glucosa. Me interesa
mencionar que el registro del embarazo lo realicé con una doctora
que encontré en redes que me ofreció un parto humanizado, un parto
natural y que ella puso todo de su parte para monitorearme y yo pueda
lograrlo, ahora que lo veo a la distancia, en su momento, cuando me
diagnostica la diabetes gestacional, es como el primer miedo
infundado. Cuando llego con ella y me dice que no me va a operar, que
con ella las cesáreas no van, que con ella son los partos, los
partos humanizados, donde se involucra papá,se involucra una doula,
una tribu, me sentí muy bien, dije: Esto es lo que yo quiero, así
quiero que llegue mi hija aquí y adelante, pondré todo de mi parte.
Entonces llevé a cabo todas las indicaciones que ella me pedía, me
mandó ha hacer una curva de tolerancia a la glucosa y me diagnostica
con diabetes gestacional y me dijo que tuviera mucho cuidado, que si
yo no controlaba mi diabetes, tanto un subidón de azúcar, como un
bajón de azúcar, podría provocar en la bebé un paro. Después de
esa consulta, quedé evidentemente preocupada y traté de ser lo más
estricta en mi alimentación. Estuve con una nutrióloga especialista
en diabetes gestacional llevando mi dieta para que Leonor no tuviera
ningún contratiempo, me mandó hacer estudios, ecografías
estructurales para ver que todo estuviera bien, porque los hijos o
hijas de mujeres con diabetes gestacional o ya con diabetes
diagnosticada, suelen tener a veces malformaciones en el corazón o
deficiencias en los riñones, entonces estuve muy monitoreada y
afortunadamente con Leonor no hubo ningún contratiempo.
"... ahí empecé yo a sentir un poco de miedo a que fuera a ser complicado
el nacimiento de Leonor."
Cuando
llegué a la semana 34 - 35 aproximadamente fue que empezó la
cuarentena, fue cuando mandaron a resguardarnos en nuestras casas.
Cuando tuve mi siguiente consulta con esta ginecóloga, me revisa y
me dice que la bebé ya tenía dos vueltas de cordón umbilical en el
cuello y la doctora me explicó que mi glucosa incrementó, yo creo
que fue debido al estrés. De tomar 250, terminé tomando 800
gramos de metformina tres veces al día, me quitaron lácteos,
carbohidratos, todo lo que fuera dulce, almidones. Fue un poco
impactante también porque yo iba llevando bien mi dieta e iba
llevando bien mis tomas de metformina, es increíble cómo las
emociones te dan un vuelco y luego saberla con dos vueltas del cordón
umbilical. Me explicó la doctora que el asunto era metabólico en
cuanto a la glucosa y que ella hubiera querido que la bebé no
creciera tanto para que no tuviera problemas a la hora de parirla y
pudiera nacer sin problemas, que no se fuera a atorar y desde ahí
empecé yo a sentir un poco de miedo a que fuera a ser complicado el
nacimiento de Leonor.
Para
la segunda revisión ya en cuarentena, Leonor no se desenredó y la
doctora me dijo que se había mantenido en peso y que estaba llevando
bien mis cuidados, sin embargo es una bebé grande, pesaba según
3.600 kg y me dijo: sabes, mejor te vamos a operar porque está
grande y con dos cuerdas de su cordón umbilical y en la siguiente
consulta te voy a programar para cesárea. Ahí fue donde me
desconcerté por completo porque no era el plan, no fue algo que ella
me preguntara, era algo que me estaba diciendo que iba a hacer y era
algo en lo que yo no estaba de acuerdo. Le dije que sí que estaba
bien que yo regresaba, me dijo que nos viéramos el 20 de abril y me
iba a programar para cesárea el 25 de abril. Para ese entonces la
doctora ya no recibía con acompañante así que tuve que asistir a
mis 3 últimas consultas yo sola a ver a la doctora, ella con todos
los cuidados. Es impresionante llegar y que te atiendan con
cubrebocas y guantes, sin contacto ni nada y pues tiene un impacto
también emocional, para mí emocional, no es que llegara a abrazarla
pero se empezó a generar por la cuarentena estas cuestiones que
impactan en tu vida cotidiana, el tan simple hecho de ir a que te
chequen y te toquen lo menos.
"Económicamente hubo incertidumbre y para mi como gestante me dio muchísima inseguridad, muchísima, no sabía qué iba a hacer"
Lo
cierto es que también la cuarentena afectó desde muy tempranos
días, desde que nos mandaron a casa, económicamente, también fue
otro impacto negativo, porque si bien yo pertenezco a un sector del
gobierno siendo docente, las fechas en que tocó la cuarentena,
haciéndome dos pagos juntos y sabiendo que el siguiente pago
tardaría un mes, hubo un cierto descontrol, aún sabiendo que mi
pago era seguro y estaría intacto, pues tomar las medidas, comprar
despensas, todos esos gastos no previstos, aprender a hacer compras
de otro modo, en línea, con aplicaciones, cosas que no estaban en
nuestra vida cotidiana, nosotros acostumbramos a ir una vez a la
semana al súper y elegíamos y si se nos antojaba algo que veíamos
o salíamos al cine, ese cambio de rutina también impactó tanto en
la actividad física cotidiana como en el bolsillo, porque habría
que comprar cubrebocas, desinfectantes y demás provisiones. Mi
pareja también tiene su labor, pero él trabaja de forma
independiente, contábamos con unos pagos pendientes que nos iban a
servir para pagar el nacimiento de Leonor de forma particular y pues
resultó que se pararon, de un día para otro resultó que ya no se
harían esos pagos, entonces nos descontroló porque ya no teníamos
la solvencia económica para asegurar el nacimiento de Leonor como lo
habíamos planeado, fue otro impacto ¿Y ahora qué vamos a hacer? No
somos personas que ocupemos tarjetas de crédito, no nos gusta deber,
tampoco era viable una solicitud de crédito. Económicamente hubo incertidumbre y para mi como gestante me dio muchísima inseguridad,
muchísima, no sabía qué iba a hacer. Cuento con isste y habíamos
pensado hacer uso de ese servicio en el último de los casos, pero
también surgió una cosa muy fuerte para mí con este respecto.
"Las noticias infunden mucho temor, lo que dicen y lo que no dicen, ignorar y saber también da miedo."
Resulta
que ya tenía mi consulta para ir al ISSSTE, mi consulta fue para el
30 de marzo, el 28 o 29 de marzo, se publica en medios de
comunicación que una persona de la cuenca había sido ingresado en
ese hospital y había muerto por covid 19, también ya se sabía de
forma no oficial que dos doctores de ahí habían sido detectados con
covid y mandados a hacer cuarentena a su casa, pero saber que entre
esas fechas había muerto alguien por el virus en ese hospital fue
para mí algo inquitante, fue como llenarme de alertas y dudé de ir
a mi consulta que sería para extenderme mi incapacidad, a la cual
tengo derecho y no sabía si asistir. Me comuniqué con personal del
hospital, con conocidos y me dijeron uno que ni fuera, otro que fuera
con todos los cuidados. Afortunadamente tenía cubrebocas N95 y me
fui bien cubierta a pesar del calor, con mucho temor, las noticias
infunden mucho temor, lo que dicen y lo que no dicen, ignorar y saber
también da miedo. Entonces llegué al hospital así y el ginecólogo
que me atendería no estaba por ser mayor de 60 años y lo habían
mandado a resguardo a su casa. Me atendieron, me tomaron los signos,
tomaron mis datos, me pidieron que fuera a revisión a Toco-Cirugía
por el lado de urgencias, ahí me atendió una doctora, extendió mi
incapacidad, me revisó, me dijo que estaba bien, que si empezaba con
molestias y los signos de alerta en el embarazo, fuera a urgencias y
me canalizarían a un parto o cesárea de ser necesario, calculaba
que en dos semanas nacería mi bebé, es decir que a mediados de
abril, que de ser así sólo viniera y ahí la podía yo tener (a mi
bebé). Me fui, la verdad yo no quería volver al ISSSTE. Sucede que
el presidente anuncia que a partir del 23 de abril al 23 de mayo todos
los enfermos que no fueran de covid iban a ser redirigidos a
hospitales particulares, pensé que podía ser una opción que podía
considerar para tener a mi bebé así, ya no con la doctora
particular porque se habían caído los pagos y nos era imposible
pagar el particular. Por parte del ISSSTE, me integraron aun grupo de
whatsapp de apoyo a la lactancia materna, entonces como la noticia
del presidente estaba ya en los medios, pregunté en ese grupo qué
información había.
"Cómo le digo a mi bebé que se espere para el 23 de abril si el hospital ya lo volvieron covid, que a gente con covid las están ingresando por urgencias y cómo me mandan a urgencias"
La
persona que me respondió, se identificó como la doctora encargada
de ese grupo, me dijo que fuera a urgencias y que hasta el 23 habría
información y yo pensando en lo que la doctora de urgencias que me
atendió me dijo que iba a nacer en los primeros 15 días de abril,
le dije que cómo le digo a mi bebé que se espere para el 23 de
abril si el hospital ya lo volvieron covid, que a gente con covid las
están ingresando por urgencias y cómo me mandan a urgencias. La
doctora me respondió que la estaba faltando al respeto y que solo me
estaba dando información que le habían dado. No le respondí nada,
las demás personas del chat que me imagino también eran
trabajadoras del ISSSTE, apoyando a la doctora dándole menos
importancia a mi preocupación, a mi necesidad como gestante, me
pareció super mal. Después encontré el 01800 y era irrisorio,
había una grabación diciendo que por decreto del presidente ahora
los nacimientos por partos o cesáreas serían en hospitales
particulares, que pusiera atención al menú y en el conmutador daban
más información. Yo me dirigía al conmutador por cuestiones de
edad, 38 años, por número de semanas, que ya eran más de 36 y me
mandaban hasta el 23 de abril por información y yo no sabía si mi
bebé iba a nacer antes del 23, o sea, estaba calculado que nacería
antes del 23 según la doctora del ISSTE, yo llamaba todos los días
y nada, que hasta el 23. Ya después, entendí después de varios
días de llamar (una semana), que no tendría información. Me
tranquilicé cuando ya era 22 a 23 y Leonor no nacía y que quizás podía hacer uso de ese servicio.
"Entonces empecé a buscar información de parteras"
Viendo
que en el ISSSTE no había respuesta, me empecé a desesperar y tener
mucha angustia, entonces empecé a buscar información de parteras,
entonces supe que había una en Xalapa, pero pensé que para qué si
ni voy a salir ni creo que vendría. El punto es que encontré una
comunidad en redes sociales que se llama De parteras y con parteras,
gratamente me encontré que en esa comunidad se encontraba una
persona que se llama Laura Cao que una amiga de la Colmena Verde
precisamente, me la había mencionado en una de las últimas reuniones donde
nos vimos, platicábamos que iba a ser parto humanizado, me dijo de su amiga que es partera y buenísima, la busqué en redes sociales, la
agregué y me aceptó, pero estaba en Ciudad de México. Días antes
del asunto de la contingencia un amigo me comentó que en Xalapa hay
una partera muy buena, Pilar Victoria, la agregué pero no hubo
contacto. Cuando entré a este grupo fue muy padre para mi ver que
ambas estaban en ese grupo y me dio confianza.
Me
di cuenta ahí en el grupo que había un montón de mujeres pidiendo
información al respecto, que no era yo la única y que pedían de
toda la república. Despúes vi una publicación en el grupo con el
directorio actualizado de todas las parteras, doulas y educadoras
prenatales de la red. Inmediatamente me metí, en el Puerto no
encontré partera, pero encontré una que estaba registrada en La
Antigua, Veracruz, me pareció que podía ser viable, tomé los
datos, me comuniqué con ella. Después de atender a otra chica,
inmediatamente ella vino al otro día. Es Iza, vive en Cardel y se
desplaza a Veracruz a ver a pacientes, tiene chicas gestantes en
Veracruz.
" Yo no quería pisar un hospital de no ser estrictamente necesario."
Desde
que la vi llegar fue para mí un gran alivio, nos conocimos, nos
presentamos, le expusimos nuestra situación y le pedí que me
revisara para ver si era viable un parto, justo había regresado de
esa consulta con la ginecóloga que me había dicho que me iba a
operar, que ya me había dado la orden de los análisis pre
operatorios y pues yo la verdad no me sentía segura de tener una cesárea que no era lo que yo quería, no era lo que yo deseaba y que
no me sentía segura en un hospital, sobre todo. Yo no quería pisar
un hospital de no ser estrictamente necesario. Me revisó, me vio muy
bien, revisó los signos vitales de la bebé, revisó su tamaño,
revisó líquido, revisó todo, yo llevo un récord desde que inicié
el embarazo, las ecografías, todos los estudios que me fui
haciendo, le di toda la información y me dijo: me preocupa lo de la
glucosa, pero estando controlada no tiene que ser un problema, las
dos vueltas del cordón umbilical, no son un problema, que hayas sido
ya mamá por cesárea, no es un problema, no hay ningún problema, yo
te puedo atender en un parto, pero si quieres podemos ver una segunda
opinión con una ginecóloga pro parto. Le dije que estaba de
acuerdo, me interesaba esa otra opinión y fuimos a verla.
Llegamos al consultorio, muy amable la doctora, lo primero que nos dijo es que ella es pro parto y ejercía el parto humanizado y que de ninguna manera me iba a decir que una cesárea si no lo ameritaba. Revisó mis archivos que llevé y me llevó a una máquina y me dijo, ya casi no tienes líquido amniótico y eso está mal. Yo así de por dónde se filtró si no he tenido ninguna molestia, no he sangrado, no me ha salido líquido ni ningún flujo, no he tenido dolores, nada. Me dijo que la bebé está muy grande, es macrosómica que ya pesaba 4 kilos 600 gramos, algo así, como si hubiera subido medio kilo o más en menos de una semana, porque la otra ginecóloga me dijo que pesaba 3 kilos 600 era algo que no cuadraba. Me dijo que seguían las dos vueltas del cordón, que ya no tenía líquido amniótico, que ya estaba en las semanas,que ya tuve cesárea y soy diabética gestacional, te voy a operar hoy, así me dijo: te voy a operar hoy. O sea, no me preguntó, yo me quedé desconcertada y no supe qué decir. Mi esposo pidió tiempo para asimilarlo, ella ya decía en qué clínica me operaría, que en su equipo hay una neonatóloga muy buena del seguro. Cuando llegamos a la casa, le dije a mi esposo, no. No cuadraba lo que dijo la doctora, con lo que dijo la ginecóloga ni con lo que decía Iza y además la neonatóloga trabaja en el Seguro Social y ese fin de semana una amistad su esposa falleció en el seguro por covid en menos de 3 días y en esos días también habían publicado que también habían fallecido una doctora y una trabajadora de seguridad del hospital por covid. O sea qué tan seguros íbamos a estar, no vamos a ir al hospital pero alguien del hospital va a venir a nosotros. Le llamé a la doctora e insistía que tenía que operarme ya, le pregunté por la seguridad de contagio a mí y a mi hija, dijo que por ella no me preocupara que tomaba todas las medidas, le pregunté por la neonatóloga del IMSS. Bueno, por ella no te puedo garantizar nada. Cuando ella me dijo eso fue un no. Le hablé a Iza, se desconcertó mucho y regresó, me volvió a revisar y sí veía suficiente líquido amniótico. Iza contactó a otro doctor para un estudio específico para saber qué sucede con el líquido y el cordón, sin ser su paciente para que no hubiera conflicto económico ya que nos pareció a mí y a mi esposo que la otra doctora vio una oportunidad económica en cuanto me vio al querer adelantar el nacimiento de mi hija y no nos pareció por supuesto.
Este doctor fue muy respetuoso, un médico muy experimentado, me realizó el estudio, tomó los signos vitales, decía el asistente que había algo que no le gustaba, que de repente no se oían los latidos del bebé y yo me espanté. Pero el doctor me hizo la ecografía y me dijo que no había ni una sola vuelta del cordón umbilical que estaba desenredada. Yo sentí un gran gran alivio. Me dijo que la placenta ya está en grado 4 de maduración con suficiente líquido amniótico, que lo de los signos vitales era por estar acostada boca arriba y que tenia que dormir de lado izquierdo. Le pedí su opinión si era viable para un parto vaginal, me dijo que no, que lo veía muy grande, que era bebé macrosómico y que muy probablemente se iba a atorar, que si en tres días no entraba en labor de parto, su consejo es que sea cesárea. Ok, gracias, nos fuimos nuevamente. Por supuesto mis familiares y amigos estaban preocupados porque primero se anunció que iba a nacer entre los primeros 15 días de abril, y a esas fechas no había ninguna señal de trabajo de parto, no había flujo, no había dolor ni nada y por esos días me hicieron ecografías y me checaba Iza y todo estaba normal, mi glucosa también la pude mantener en niveles óptimos de no más de 95 y finalmente mi hermana me sugirió ir con un doctor que era accesible económicamente para que ya me operaran. Yo decidí no comentar más que con muy poquitas personas, que ya estaba viendo a una partera, porque sé que hay muchos prejuicios y yo no quería que me presionaran como la presión que tuve cuando nació mi primer hijo hace casi 10 años, igual yo quería un parto vaginal, yo deseaba un parto vaginal y la presión fue tal que acabé en cesárea que no me favoreció en lo absoluto y pues yo estaba muy segura que la cesárea sería únicamente si la partera no me podía atender.
Accedí a ver a este médico y él me dijo también que podía operarme ese mismo día que para qué arriesgar al bebé, que quién me metió la idea de parir, te va a doler mucho. Yo le pregunté si estaba en riesgo el bebé y me dijo: bueno, tú me vas a pedir un bebé vivo y en un parto pues cualquier cosa puede pasar, yo te lo garantizo en una cesárea. ¡Así me lo dijo! Con todas esa palabras, o sea qué mas presión que decirte que quizás tu bebé se puede morir en un parto, es increíble el miedo que te infunden, es algo en lo que estuve reflexionando en todo este peregrinar. Créeme que pensé un montón en la Colmena: Yo decido por mi cuerpo, ¡es mío! Y cómo se tomaban el atrevimiento de negarte la posibilidad, porque yo sentía que me la negaban. A esa última consulta me acompañó Iza, la partera y ella vio la ecografía, hizo preguntas también para estar segura. Salimos de la consulta y me dijo, si tú quieres un parto vaginal yo te puedo ayudar con tu parto vaginal, si quieres una cesárea ya viste que también te pueden operar. Yo le dije, no Iza, yo estoy segura de que quiero mi parto vaginal; si tú me puedes ayudar, si tú crees que no hay riesgo, si tú crees que es viable, yo quiero mi parto vaginal. Me dijo: Sí, pues no queda más que esperar. Le decía que me preocupaba que se me pasara, pues he escuchado historias de que se te pasó el bebé y se murió, o de que se te pasó el bebé y al final te tienen que hacer una cesárea o de que se te atoró el bebé y córrele al hospital. Me dijo Iza: no tengas miedo y confía en tu cuerpo y vas a ver que todo va a salir bien.
Iza me llamó para decirme que me visitaría y si podía ir con su amiga partera que era quien la asistiría en mi parto para conocerla, para que no fuera una persona ajena y también para que me revisara y las dos estuvieran seguras de recibir a Leonor bien. Vino con Pilar Victoria, quien vino de Xalapa a revisarme, me dijo que todo estaba muy bien pero que sí sentía mi suelo pélvico muy tenso y tenía que trabajar en ello. Fue muy bonito porque me mandaron vocalizaciones, todo muy holístico, yo llevaba ya desde que empezó la cuarentena, una rutina que bajé de youtube para embarazadas del tercer trimestre y empecé a hacer los ejercicios de estiramiento. Pues yo me sentía muy tensa por todo lo que estaba sucediendo, me explicaron ellas que el ambiente no estaba favoreciendo mucho y procurara relajarme. Le comenté a Iza que algo que me relajaría mucho sería poder ir a la playa, pero que sabía que no era posible porque habían cerrado las playas de Veracruz y yo no estaba saliendo de mi casa, solo estuve saliendo a las consultas porque pues eran necesarias y otra aliada de Iza, Laura, ella nos hizo el grandísimo favor de conseguir un departamento con alberca y es la única salida que hicimos los tres, mi esposo, mi hijo y yo, para relajarme en la alberca. Estuvimos cerca de dos horas y media relajándonos y al siguiente día que vino Iza a revisarme me dijo que el suelo pélvico ya estaba relajado y que todo estaba caminando bien que lo único que quedaba era esperar a que se dieran los tiempos en que Leonor decidiera nacer y así fue. El 4 de mayo a las 2:11 de la mañana, empecé con los dolores, no sé si eran los de Braxton Hicks pero eran contracciones como de mentiritas, empecé el proceso latente, me explicaba Iza: se está preparando el cuerpo, todavía no tienes que pujar. Pasó todo el día 4 y el 5 de mayo, pasada la media noche, como a las 2 de la mañana ya, empezó la fase activa de mi trabajo de parto. Iza llegó el 4 de mayo a las 7 de la mañana ya con cosas para el parto y ese día a las 9 de la noche llegó Pilar con el resto del equipo, con la tina, el oxígeno y un montón de cosas que ya no estuve tan al tanto porque ya estaba yo concentrándome en las contracciones y pues desde las 2 de la mañana hasta las 7:41 que nació Leonor, Pilar e Iza estuvieron conmigo apoyándome guiándome proponiéndome movimientos, el banquito para nacimientos, los cuatro puntos, baño con agua caliente, me estuvieron apoyando, cuidando, monitoreando a Leonor a cada momento, checando sus signos vitales, explicándome qué era lo que sucedía hasta que Leonor nació. Nació aquí en casa, en nuestra habitación con nuestro hijo también siendo participativo en la medida que él consideró y que pudo esperar, porque se quedó dormido. Leonor a las 7:41 de la mañana, el 5 de mayo del 2020, pesando 3.800 kg, midiendo 55 cms, sana. Fue increíble porque también mi esposo estuvo conmigo, apoyándome, explicándome lo que veía, dándome ánimo, apoyándome, la verdad que fue increíble y los días posteriores han sido de adaptación, han sido de recuperación.
Algo que dejé de lado fue lo del ISSSTE. Resulta que el 23 de abril seguían sin información a las 10 de la mañana con respecto si podían trasladarme a un hospital particular como dijo el presidente, para el 24 de abril la información era que no, que no había traslados, que no me iban a trasladar a un hospital, que si yo necesitaba el servicio para tener a mi bebé lo tenía que tomar en el servicio de urgencias del hospital de alta especialidad de aquí de Veracruz, que me iban a ingresar a urgencias y ahí tendría yo a mi bebé. El 30 de abril fue mi esposo al ISSSTE porque se venció mi gravidez y pues evidentemente yo no quería asistir para evitar contagios y entonces él se presentó. Le negaron mi incapacidad, le dijeron que no se la podían dar que tenía que ir yo, que me iban a revisar y que como ya pasaba yo las 40 semanas, según la última ecografía y me ingresarían para una cesárea. Yo me puse muy mal, fue irracional porque evidentemente no iba yo a ir, no iban a venir por mí, pero fue algo muy fuerte saber que ellos estaban decidiendo por mí, sentí que estaban pasando por encima de mis derechos y que me estaban violentando además, porque me negaron, yo no tengo ahora la extensión de incapacidad por gravidez, no la tengo porque no fui y porque se la negaron a mi esposo. Ese día, mientras mi esposo esperaba a ser atendido se enteró por parte de un familiar de una persona que estaba internada, que una persona diagnosticada con covid se había salido del hospital, se les había escapado, y cuando él estaba esperando en urgencia a ser atendido por el ginecólogo o ginecóloga de guardia, él escuchó que llegó una mujer que se identificó como doctora trabajadora del ISSSTE y que iba por una prueba de covid y llevaba a su hija porque era con la única que tenía contacto y que creían que tenían covid. Fue muy impactante eso, saber que estaba él también arriesgándose y que encima le negaran la incapacidad por gravidez que por derecho me corresponde como trabajadora gestante, fue una terrible frustración, fue una sensación de terror, de ver que no les importa nada, ellos quieren decidir por una y me parece que no es así.
"Así me dijo: te voy a operar hoy. O sea, no me preguntó, yo me quedé desconcertada y no supe qué decir."
"Decidí no comentar más que con muy poquitas personas, que ya estaba viendo a una partera, porque sé que hay muchos prejuicios y yo no quería que me presionaran"
"Qué mas presión que decirte que quizás tu bebé se puede morir en un parto, es increíble el miedo que te infunden, es algo en lo que estuve reflexionando en todo este peregrinar."
"Me estuvieron apoyando, cuidando, .. explicándome qué era lo que sucedía hasta que Leonor nació."
"Quieren decidir por una y me parece que no es así."
Algo que dejé de lado fue lo del ISSSTE. Resulta que el 23 de abril seguían sin información a las 10 de la mañana con respecto si podían trasladarme a un hospital particular como dijo el presidente, para el 24 de abril la información era que no, que no había traslados, que no me iban a trasladar a un hospital, que si yo necesitaba el servicio para tener a mi bebé lo tenía que tomar en el servicio de urgencias del hospital de alta especialidad de aquí de Veracruz, que me iban a ingresar a urgencias y ahí tendría yo a mi bebé. El 30 de abril fue mi esposo al ISSSTE porque se venció mi gravidez y pues evidentemente yo no quería asistir para evitar contagios y entonces él se presentó. Le negaron mi incapacidad, le dijeron que no se la podían dar que tenía que ir yo, que me iban a revisar y que como ya pasaba yo las 40 semanas, según la última ecografía y me ingresarían para una cesárea. Yo me puse muy mal, fue irracional porque evidentemente no iba yo a ir, no iban a venir por mí, pero fue algo muy fuerte saber que ellos estaban decidiendo por mí, sentí que estaban pasando por encima de mis derechos y que me estaban violentando además, porque me negaron, yo no tengo ahora la extensión de incapacidad por gravidez, no la tengo porque no fui y porque se la negaron a mi esposo. Ese día, mientras mi esposo esperaba a ser atendido se enteró por parte de un familiar de una persona que estaba internada, que una persona diagnosticada con covid se había salido del hospital, se les había escapado, y cuando él estaba esperando en urgencia a ser atendido por el ginecólogo o ginecóloga de guardia, él escuchó que llegó una mujer que se identificó como doctora trabajadora del ISSSTE y que iba por una prueba de covid y llevaba a su hija porque era con la única que tenía contacto y que creían que tenían covid. Fue muy impactante eso, saber que estaba él también arriesgándose y que encima le negaran la incapacidad por gravidez que por derecho me corresponde como trabajadora gestante, fue una terrible frustración, fue una sensación de terror, de ver que no les importa nada, ellos quieren decidir por una y me parece que no es así.
"Yo decido por mi cuerpo, ¡es mío! "
Estoy
muy contenta que Leonor haya nacido el día de la partera, fue el
regalo de Iza y creo que hemos generado un vínculo fuerte, para mí es importante y profundamente significativo que ella haya recibido a
Leonor, que ella me haya ayudado a que Leonor llegara bien y segura,
que está sana, es una niña sana. ¡Para mí fue bien complejo todo
este pinch* viaje como de 6 semanas!
Colectiva Colmena Verde agradece infinitamente a Alejandra Ferrao por su testimonio, quien es una mujer admirable, talentosa y trabajadora, comprometida con su trabajo como docente y apasionada en su trabajo como fotógrafa. Feliz día a ti y a todas las mamás que nos leen en este momento, sea como sea que estén afrontando su maternidad, deseamos que no se sientan solas, que pese a todo, encontremos tribus para poder maternar en paz, con confianza y seguridad.
Información para un parto humanizado:
Información para un parto humanizado:
https://www.facebook.com/groups/conparterasyentreparteras/
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