Existe una página de internet llamada http://worlddollday.com/ (día mundial de la muñeca) y para nuestra sorpresa, en ella cuentan que este año se celebrará por ¡trigésima cuarta ocasión!. Tal vez no haya muchas personas celebrando esta fecha tan especial, pero en algunos países existen celebraciones similares donde le dan su merecida importancia. En Japón por ejemplo, festejan el Hinamatsuri (雛祭 ó 雛まつり) cada 3 de marzo, que es un festival dedicado a las muñecas tradicionales conocidas como hinaningyō, ningyō (人形) que significa muñeca y hina (雛) que significa polluelo. Es un festival también conocido como el día de las niñas y suelen vestirlas con pequeños kimonos ese día, además de decorar sus salas con aquellas muñecas tradicionales. Curiosamente, otra festividad dedicada a una muñeca, se lleva a cabo el 9 de marzo, muy cerca de la fecha japonesa, pero como protagonista una muñeca occidental; la Barbie. Ya muchas se sabrán la historia de esta muñeca, fue creada por Ruth Handler un 9 de marzo de 1959 cuando intervino una muñeca alemana para poder regalársela a su hija Bárbara, lo demás es historia.
Las muñecas, desde su invención, han ido modificándose según la cultura y época en que estemos, pero en la mayoría de los casos son el reflejo del contexto social que vivimos.
Aquí les compartimos lo que encontramos en algunas páginas dedicadas al Día Mundial de las Muñecas:
"El Primer Día Mundial de la Muñeca se estableció el 14 de junio de 1986 con una carta de Mildred Seeley y su idea era regalar muñecas para niñas y niños que no tienen una sola muñeca. A las niñas y niños siempre les gustarán las muñecas o muñecos y, a través de esta iniciativa, podemos difundir el mensaje universal de felicidad y amor.
El día no es propiedad de ninguna compañía, club o persona y no se requieren tarifas, permisos u obligaciones.
En el pasado, durante este día, se ha celebrado con exhibiciones, ventas, seminarios, espectáculos de muñecas y otras actividades relacionadas con muñecas. ¿Por qué no planificar esta celebración especial en nuestra comunidad?
El logotipo fue creado por el artista Boots Tyner y representa a una niña con una muñeca alemana: su regalo. El logotipo fue diseñado para uso gratuito para promover este día especial y puede reproducirse." El Día Mundial de las Muñecas se celebra cada segundo sábado de junio.
Colectiva Colmena Verde se une a esta celebración presentando a tres artesanas de muñecas que radican en Veracruz y que nos llena de orgullo presentarles al resto del país (y que tal vez ya toparon).
Funky Monsters por Estefanía del Río.
"Mi relación con las muñecas no ha sido del todo buena, ya que crecí en un ambiente con bastante racismo y gordofobia. En mi casa la mayoría de las muñecas eran Barbies y éstas reforzaban muchas ideas erróneas que tenía sobre mí misma. Era imposible que yo me pareciera a Barbie y ella era perfecta, entonces parecía que había cosas malas en mí."
El primer proyecto de diseño con el nombre Funky Monsters nació hace aproximadamente 8 años y eran muñecos hechos con materiales reciclados.
"La costura la aprendí en la secundaria y fue reforzada por mi abuela y mis tías; al salir de la universidad, me encontré frente a un campo laboral que parecía blindado, en un momento bastante difícil me puse a hacer muñecas de trapo para calmar la ansiedad y descubrí que podía. Después de eso sólo fue resolver cómo hacer otras figuras y practicar haciendo decenas de pruebas."
"Cuando decidí que haría juguetes, pensé en cómo podía esto enlazarse con el activismo ¿qué podían ofrecer mis juguetes a las niñas y los niños? Entonces basada en mi previa experiencia con las Barbies decidí que haría juguetes que no hicieran sentir mal a niñas y niños consigo mismos y que en cambio les enseñaría mediante el juego cosas que permitan crear una mejor sociedad".
Sobre sus muñecas memorables..
"Bueno, uno de mis muñecos fue un Oso Garabatoso de color morado, tenía ojos de botones y podías rayarle por todos lados.
Ahora que hago juguetes tengo 3 muñecas favoritas de mi marca; con las que me hubiera justado jugar de niña". Éstas son:
-La intronuata (una niña oaxaqueña que viaja dentro de sí misma).
-La princesa súper heroína, que salva al mundo con inteligencia y empatía.
-Violeta bifocal, una monstrua que nos enseña sobre el uso de lentes.
Puedes conocer todo el catálogo que Funky Monsters ofrece y contactarla en:
IG: @funkymonsters.oficial
Bientrechas por Ana Valderrama.
¿Qué representan para ti las muñecas?
"Bueno, antes que nada creo que son precisamente eso: representación. De niña no lo tenía de manera consciente y la verdad jugué con toda clase de juguetes: de madera, de trapo, de plástico, de barro, de papel, incluso de piedra. Descubrí que todo material se puede trasformar en juguete y ahora valoro esa diversidad (provocada por mi madre), realmente no tuve muchas muñecas y peluches, sino más bien cosas para armar. En esta época, que estoy enmuñecándonos, considero que el hacer muñecas con las manos es una intersección entre la artesanía, la escultura y una magia ancestral que se gobierna sola. He reflexionado muchísimo sobre lo que implica que nuestros juguetes nos representen, y que no nos alineen a un patrón ajeno todo el tiempo. El juego, los juguetes, las muñecas son posibilidades, nos incitan a soñar, a querer ser y querer hacer. Las muñecas nos permiten desdoblamiento, exploración y proyección. Las muñecas representan la raíz de nuestra propia percepción y nuestros ideales, y cuando digo muñecas también van implícitos los muñecos. En definitiva no creo que ninguno sea exclusivo de niñas o niños, los juguetes no deben tener ese etiquetado de Mercado... pero, pero, pero, déjame morderme la lengua, pues estoy descubriendo que sí, las mujeres sí necesitamos esa muñeca que nos represente o simbolice lo que queremos llegar a ser... es reparador, es sanador, es amoroso. Así que resumiendo, tienen el poder de los espejos, una muñeca puede reflejarnos y es una posibilidad de sonreírnos a nosotras mismas y gustarnos mucho."
"Soy promotora de la lectura, mi vocación de vida tiene que ver con fomentar el libro y lo que guarda, tanto en lo íntimo como en lo público, me es muy natural sentir que el libro es una herramienta para transformar la realidad, pero también para entretenernos, un derecho humano por cierto, para mostrarnos otras posibilidades. Para mí es puerta, es ventana, es invitación al viaje, es una alfombra mágica, una máquina del tiempo... vaya, me emociona mucho la diversidad de los libros incluso los que no son en sí literatura: recetarios de cocina, divulgación de la ciencia, para iluminar, de fotografía o ilustrados, la ilustración me es poderosísima. Y la realidad es que la pandemia vino a frenar mi vocación presencial de contar cuentos, de hacer actividades amenas alrededor del libro y pues fue un freno de mano muy fuerte, y a la par, este frenar en seco todo, me ayudó a recapitular porque era una serie de actividades que no me reflejaban mucho económicamente, al contrario, era mucho invertir recursos propios (tiempo y energía incluidos) porque el fomento de la lectura se considera una actividad mágica gratuita. Pero como me aportaba muchas satisfacciones y medio llegaba a fin de mes, no percibía qué tan negras me las estaba viendo. Con la pandemia pues vi el color de hormiga y decidí pedirle apoyo a mi mamá, y el plan fue venirnos vivir con ella, tengo un bebé de tres años, hacer nido es imprescindible para no desfallecer. Y bueno, el cuarto de mi hermano que está desocupado es nuestra habitación pandémica. Entonces, me metí a un club de lectura entre mujeres de un libro que se llama Mujeres que corren con los lobos, que ya hace 25 años había leído pero que sentí que me vendría re bien volver a visitar en colectiva. Es un libro lindo y duro, místico y crítico, entre análisis Jungiano de los arquetipos femeninos y sanación a través de cuentos de hadas. El tercer cuento es uno ruso de Vasalisa, una niña, y Baba Yaga, una bruja sabia y poderosa y bastante terrible. Cómo es mi favorito, propuse que cada una de las integrantes hiciera su muñeca, ya que en el cuento Vasalisa tiene una y es a través de ella que puede, no enfrentar, pero sí ponerse frente a Baba Yaga y aprender de ella y obtener el fuego. Sin material para hacerla, lo resolví con lo que encontré en la habitación y en la casa. Resultó una de trapo casi sin costuras, con materiales de reuso. Preciosa la verdad. Y pues ella es la generadora de todo. Cuando la compartí en mis redes sociales gustó mucho y me empezaron a pedir muñecas y acepté, acepté enmuñecarnos, y la inercia, la magia ha sido increíble, porque definitivamente las Bientrechas están hablando de lo que somos, de lo que soñamos, de muchas posibilidades que estaban allí latentes. La enmuñecación ha sido formidable. Estoy haciendo muchas reflexiones sobre cómo, en su mayoría, han sido mujeres adultas las que me han pedido su muñeca, se emocionan y yo me emociono de saber que voy a representar la esencia que ellas quieren."
"He hecho narradoras de ciudades, doctoras, enfermeras, activistas, psicólogas, abogadas, mujeres ancestrales, mujeres raíz, mujeres fénix, mujeres mariposa, sirenas, cazamonstruos, mamás lactantes, comunicadoras, ingenieras de audio, analistas de datos, feministas, abuelas, madres e hijas, madres con hijos, morenas, chinas, con anteojos, pelirrojas, brasileñas, francesas japonesas... y claro, también mujeres que admiran: Ángela Davis, Tarja, Alicia de Alicia en el país de las maravillas. Y me encanta cuando es un regalo para una amiga, hermana, sobrina. Mujeres regalándonos muñecas... la sola idea me conmueve mucho. Este emprendimiento artístico me está salvando porque las cuentas siguen, he podido pagar la renta de la casa que no habito, el agua, la luz, he podido contribuir a la casa que estoy habitando, porque está muy difícil la situación. Enmuñecarnos a mi me está salvando literal y metafóricamente. Este emprendimiento no sabía que iba a ser tan emblemático, porque justo ahora sí necesitamos símbolos, grandes, colectivos, pero también símbolos pequeños, personales, de los que nos podamos sostener, y ayudar a sostener a otros, saber que el juego es una de las cosas que más nos debemos permitir para que no nos robemos nosotros mismos, nosotras mismas, la alegría, el derecho al esparcimiento, a la felicidad. Sé que no es un producto de la canasta básica, al igual que los libros, pero sí son vitales."
"Por mi parte este proyecto de hacer Muñecas ha sido la nueva forma que tengo de contar historias, porque atrás de cada bientrecha de verdad hay toda una narrativa, las muñecas cuentan historias con cada elemento que les pongo, cuentan historias personalísimas, pero muy importantes. Las mujeres tenemos que hablar de nuestras vidas como si importaran, porque importan, realmente importan, entonces yo estoy total y completamente anonadada."
Puedes contactar a Ana por su FB y visitar su álbum de Bientrechas en:
Poteto y Monena por Kari Hernández.
"Por alguna razón, las muñecas siempre fueron algo que me atrajeron, desde muy pequeña, fui la típica niña que pedía en navidad y cumpleaños una muñeca. Tuve de todo tipo y tamaños, recibía de regalo una buena variedad, así que nunca percibí un estereotipo que me hiciera proyectarme en ellas. Jamás se me ocurrió ser esa o tal muñeca, de algún modo diferencié todo ese tiempo que con ellas solo se trataba de un juego, de un goce que justamente permitió desarrollar mi imaginación. Para cuando tuve mis primeras Barbies, yo seguía obviando el físico, aunque se tratase de un cuerpo adulto, a diferencia de mis otras muñecas de trapo o papel, yo jugaba sin tomar esa característica en cuenta. Vaya, si era hasta capaz de jugar con las figuras de Star Wars de mi hermano haciéndoles pasar por muñecas, ¡siendo horrendos aliens!. Definitivamente para mí, las muñecas representan esa oportunidad de desarrollar la personalidad, de estimular la imaginación y de acompañarnos en nuestro crecimiento. Con suerte, cuando ya se llega a adulta, la fascinación continúa, justo como en mi caso."
"Poteto y Monena surgió de mi necesidad de dedicarme a explotar ese exceso de creatividad que llevaba acumulada por ya varios años. Siempre fui muy inquieta a la hora de querer crear algo, solía buscar en casa materiales con qué construir algún juguete o cualquier otra cosa que se me ocurriera.. y así fui creciendo, con varias ideas acumulándose en mi cabeza y P&M me ayudó a aterrizar mínimo esa parte de artesana del juguete que había en mí.
El nombre lo saqué de recuerdos de mi infancia, mi mamá es una mujer muy divertida y le encantaba inventarnos canciones (a mi hermano, hermana y a mí) y también nos llamaba con éstos apodos: poteto y monenas, palabras inventadas por ella. Me pareció el nombre ideal para mi marca y proyecto personal".
"De las muñecas que más nostalgia me hacen sentir al recordarlas, son aquellas recortables que venían como en pequeños mini libros con la niña en la portada y su nombre en letras grandes, el dibujo era muy 70s. De verdad es algo que muero por volver a tener en mis manos, por lo pronto, trato de coleccionar todo tipo de "paper dolls" que me tope".
"Para mí el proceso de creación es muy importante, trato de dejar en el diseño parte de quién soy, es por eso que desde el bocetaje hasta los detalles finales, como el empacado y hechura, son primordiales. Puedo dedicarme varios días en una sola pieza con tal de que no haya ni un sólo hilo fuera de lugar. Lo que más me motiva es que mi clienta, al ver su muñeca, sienta la misma fascinación y asombro de cuando era niña y ese sentimiento, la haga atesorar su muñeca. Las personas somos seres construidos de recuerdos y emociones, mantener equilibrada nuestra mente y alma con esos aspectos, puede ser tan fácil como sostener una muñeca hecha a mano".
Para conocer el trabajo de Poteto y Monena y hacer pedidos, visita:
https://m.facebook.com/potetoymonena/
Todas las fotos fueron tomadas de las redes sociales de las mismas artistas y con su autorización.
Todas las fotos fueron tomadas de las redes sociales de las mismas artistas y con su autorización.
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